Qué es lo que piensa un Aries cuando gana en bolsa? ¡Soy bueno, soy muy bueno, soy tan bueno que... la próxima vez invertiré el doble!
¿Qué es lo que piensa un Aries cuando pierde en bolsa? ¡Pobre de mi, pobrecito de mi, pobrecito yo! ¿Cómo he podido arriesgar una cifra tan gorda?
¿Cúal es la cosa que lo hace vencedor? El deseo de volver a intentar siempre y de recuperar con mucha prisa los golpes psicológicos.
¿Cúal es la cosa que puede arruinarlo? la prisa.
¿Qué haría después de haber ganado 100 millones? Compraría una casa, un coche de lujo, un gimnasio para poner en el piso, una gigantesca cadena de musica, dos o tres televisores y ordenadores, un montón de trajes elegantes que nunca se pondría, un bono para el estadio en la tribuna central. En fin: se lo pasaría estupendamente.
Para el dinero significa acción
Aprende de Aries Velocidad decisional, independencia y coraje son tres bellas virtudes de los Aries.
El talón de Aquiles de estos epigones del héroe Giasone es una ciega impulsividad que a menudo le hacen hacer la cosa justa en el momento equivocado. Cuando las bolsas parecen moverse totalmente a caso y los valores se mueven a guisa de vértice en las dos direcciones, ellos terminan en operar en una serie de acciones de comrpaventa dictadas más por el istinto que por la razon.
Velocidad decisional, independencia y coraje son tres bellas virtudes de los Aries, pero cada una esconde su lado al revés: desconsideración, desprecio para la voluntad de los demás e inconsciencia, estas son las problemáticas de los nacidos entre el 20 de Marzo y el 19 de Abril. La frase-clave resuena en las notas de una vieja canción de Doors: "Queremos todo y lo queremos ahora".
Cada Aries tendría que aprender las calidades de los otros signos y hecho esto, este hijo de la primavera, improvisado nuevo Frankestein, habrá asumido la cara de un monstruo. Un monstruo de sabiduría y virtudes. El trader perfecto.
Con el corazón siempre lleno de acción, estos incurables cabezones no saben esperar, no aman estudiar y tienen la presunción de los neófitos que se hacen la ilusión de ganar en prisa y sin conocer un poquito de análisis técnico o fundamental. El resultado son un montón de lágrimas e injurias. De todas formas, la reacción a las derrotas, aunque con mucha rabia, se resuelve velozmente.